Hablando Claro

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jueves, 28 de julio de 2011

¿Servir a Dios sin las manos?




Marcos 9.43–47 (RVR60) — 43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,







Lo que te voy a contar realmente pasó.
En serio.
Dos agentes de policía vieron a un joven tambaleándose por el camino con una Biblia debajo del brazo. Tenía el otro brazo metido debajo de la Biblia, apretándolo en un intento por detener la sangre que estaba perdiendo por ¡haberse amputado su propia mano!
Sí, leíste bien.
El muchacho se había amputado su propia mano. Dijo haberlo hecho en obediencia a Marcos 9:43: “Si tu mano te hace tropezar, córtala”. Aparentemente su mano había tocado algo malo o robado algo, por lo que había interpretado las palabras de Jesús literalmente y se había quitado la mano que se había portado mal. El relato tiene un lado bueno. Los agentes encontraron la mano en la basura. Los médicos pudieron volver a colocársela.
Es muy importante saber lo que la Biblia quiere decir, no sólo lo que dice. Jesús verdaderamente dijo eso de cortarse la mano. Si leemos los mandatos de Jesús en esta sección sin comprender lo que quiso decir, ¡todos tendríamos que formar línea para que nos hicieran varias amputaciones! ¿Quién no ha pecado con sus ojos, manos o pies?
Jesús estaba exagerando para impresionar y enfatizar su enseñanza. Lo hacemos todo el tiempo: “Te lo he dicho un millón de veces”. “Hubiera querido que me tragara la tierra”. “Me muero de hambre”. Estas afirmaciones no son ciertas literalmente, son para subrayar el hecho de que realmente se nos está acabando la paciencia, que teníamos mucha vergüenza, que teníamos hambre, etc.
Jesús no quiere que nos amputemos los miembros del cuerpo, como una mano que se robó una galletita. Pero quiere que sepamos que tenemos dos maneras de usar nuestro cuerpo: para cumplir los propósitos de Dios o desobedecer los propósitos de Dios. Si nuestra meta es servir a Dios y dejamos que nuestro cuerpo haga cosas que no le agradan, nuestro cuerpo se ha convertido en nuestro enemigo.
Jesús quiere que tú, su seguidor, le des no sólo tu alma sino tus ojos, manos, pies y cada parte de tu cuerpo. Pablo lo dijo así: “Os ruego… que presentéis vuestros cuerpos… a Dios” (Romanos 12:1). A Dios no le interesa ver que te amputes todo hasta no poder pecar más. Pero sí quiere que seas el que controla tu cuerpo y que vivas para cumplir los propósitos de Dios. No es más fácil, ¡pero es mucho menos sangriento!

Humillate ante Dios Y El Te Exaltara !!!!!




1 Pedro 5.2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;







Esto es equivalente a una promesa: si nos inclinamos, el Señor nos alzará. La humildad conduce al honor: la sumisión es el camino a la exaltación. La misma mano de Dios que nos empuja hacia abajo, está esperando para levantarnos cuando estemos preparados para recibir la bendición. Nos agachamos para vencer. Muchos se rebajan delante de los hombres, y, sin embargo, no reciben la protección que ambicionan; pero aquel que se humilla bajo la mano de Dios no dejará de ser enriquecido, exaltado, sostenido y consolado por el Dios siempre lleno de gracia. 

Es un hábito de Jehová derribar al altivo y exaltar al humillado.
Sin embargo, hay un tiempo para la obra del Señor. Hemos de humillarnos ahora, incluso en este preciso instante; y estamos obligados a continuar haciéndolo, ya sea que el Señor ponga sobre nosotros Su mano que causa aflicción o no. Cuando el Señor hiere, es nuestro especial deber aceptar el castigo con profunda sumisión. Pero en cuanto a nuestra exaltación proveniente del Señor, esa sólo puede venir “cuando fuere tiempo”, y Dios es el mejor juez de ese día y hora. ¿Clamamos impacientemente pidiendo la bendición? ¿Desearíamos un honor inoportuno? ¿Qué pretendemos? Seguramente no nos hemos humillado verdaderamente, pues, de lo contrario, esperaríamos con tranquila sumisión. Entonces, hagámoslo.

Soberano absoluto



1º Samuel 19.20 Entonces Saúl envió mensajeros para que trajeran a David, los cuales vieron una compañía de profetas que profetizaban, y a Samuel que estaba allí y los presidía. Y vino el Espíritu de Dios sobre los mensajeros de Saúl, y ellos también profetizaron.




Esta es una de las tantas escenas extrañas con las que nos encontramos en las Escrituras. Es extraña porque no llegamos a captar la verdadera dimensión de los acontecimientos que nos describe.
De todos modos, vale la pena una pequeña reflexión sobre los eventos que nos describe el pasaje. El odio de Saúl hacia David ya había llegado a proporciones realmente grotescas. Al menos en dos ocasiones, con su lanza, había intentado clavarlo contra la pared. Había dado órdenes claras a sus hombres de que apresaran al joven pastor de Belén, pero David siempre escapaba de ellos antes de que pudieran hacerlo. En esta ocasión, se le dio aviso a Saúl del lugar donde se encontraba David, e inmediatamente envió mensajeros para que lo trajeran de vuelta. Más el Espíritu de Dios vino sobre ellos y comenzaron a profetizar junto a los demás profetas reunidos con Samuel. Esta escena se repitió tres veces y en cada una de ellas los mensajeros fueron arrebatados por el Espíritu de Dios. Al final Saúl decidió ir en persona para buscar a David. Seguramente, a esta altura de las circunstancias el rey dominaba con dificultad la furia que le despertaba la aparente «ineptitud» de sus hombres. Cuando el rey llegó al lugar donde estaba David, junto al profeta Samuel y otros profetas, vino también sobre él el Espíritu de Dios y anduvo profetizando durante todo un día y una noche. No pudo hacer absolutamente nada para evitar la situación, ni tampoco para llevar adelante sus malvados planes contra la vida del joven israelita que tantos celos despertaba en su interior.
Nos atrevemos a hacer dos sencillas observaciones en cuanto a lo sucedido. En primer lugar, debemos notar que cada uno de los mensajeros -y el mismo rey- comenzaron a profetizar, pero esto no los convirtió en profetas. Esta observación es importante, porque hay en nosotros una marcada tendencia a confundir las obras con la persona. Creemos que cualquiera que hace las obras cuenta con el aval de Dios sobre su persona. Mas Dios puede usar al que quiera, inclusive a un asno, si fuere necesario. ¡Pero esto no convierte al asno en un consagrado siervo del Señor! Ser un ministro en la casa de Dios demanda mucho más que la habilidad de hacer cosas buenas para el Señor.
En segundo lugar, podemos observar que ningún plan del hombre prospera si Dios no lo autoriza, aun los planes de maldad. Muchas veces creemos que el enemigo anda suelto haciendo todo lo que se le viene a la mano, y nosotros no tenemos cómo defendernos contra él. Esta historia nos revela claramente que el enemigo avanza solamente hasta donde se le permite y ni un milímetro más. La autoridad de Dios se extiende aun sobre la vida de aquel que trama el mal día y noche.

martes, 26 de julio de 2011

Todo Se Ve Diferente Cuando Conoces Al Verdadero Dios




Oseas 2.16–17  En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. 17 Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres.







Ese día ha llegado. Ya no vemos más a nuestro Dios como Baal, nuestro tirano señor y poderoso amo, pues no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia. Ahora consideramos a Jehová, nuestro Dios, como nuestro Ishi, nuestro amado esposo, nuestro Señor en amor, nuestro pariente por los vínculos de una sagrada relación. No lo reverenciamos menos, sino que lo amamos más. No le servimos con menor obediencia, sino más bien le servimos por una razón más excelsa y cariñosa. No temblamos más bajo Su látigo, sino que nos regocijamos en Su amor. El esclavo es convertido en un hijo, y la tarea es vuelta placer.
¿Sucede así contigo, querido lector? ¿Ha quitado la gracia el miedo servil y ha implantado el amor filial? ¡Cuán felices somos con tal experiencia! Ahora llamamos al domingo un deleite, y la adoración nunca es un fastidio. La oración es ahora un privilegio, y la alabanza es un día de fiesta. Obedecer es el cielo; dar para la causa de Dios es un banquete. De esta manera todas las cosas se han vuelto nuevas. Nuestra boca está llena de himnos, y nuestro corazón está pletórico de música. Bendito sea nuestro Ishi celestial por siempre y para siempre.

Que Importe Meditar Las Maravillas De Dios




Lucas 2.18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. 19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.






¿Cómo no iban los pastores a sentirse maravillados por lo que les había tocado vivir? Recordemos que estos eran hombres sencillos. 

Sus vidas transcurrían en la quietud y la soledad de los que viven al aire libre, acompañando y conduciendo a sus ovejas con el ritmo pausado propio de su oficio. Repentinamente, irrumpió sobre esta existencia pacífica una escena de proporciones dramáticas y sobrenaturales. ¡Un ángel del Señor se les apareció y la gloria de Dios se manifestó a su alrededor! El ángel calmó sus temerosos corazones y les compartió las buenas nuevas de Cristo. No había terminado de hablar cuando una multitud de huestes rodearon al ángel, proclamando las maravillas del Altísimo.

Con la sencillez de los humildes fueron al lugar que les había sido indicado y encontraron al niño Jesús exactamente donde debía estar. 

Seguramente esta segunda experiencia añadió una cuota adicional al asombro de los pastores. Podemos imaginar que, quizás, se interrumpían entre ellos para dar los detalles de lo que les había acontecido. 

Y todos los que les oían también se contagiaban del mismo sentido de maravilla que ellos.
Así es nuestra reacción frente a las manifestaciones de lo divino. Puede ser porque se nos haya concedido presenciar una visitación especial del Señor sobre la vida de una persona allegada a nosotros, o porque hemos visto al Señor tocar milagrosamente a un enfermo, o porque una persona resistente al evangelio se ha quebrado, para entregarse finalmente a la insistente invitación de Cristo. Sea cual sea esta manifestación, nos deja con una sensación de euforia y entusiasmo.

Al testimonio de la experiencia de los pastores el evangelista agrega este pequeño comentario: «Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón». Al comenzar con la palabra «pero» nos está ayudando a entender que la madre de Jesús había adoptado una postura que contrastaba con la de los pastores. ¿Es que ella no había experimentado ningún tipo de asombro? ¡Lo dudamos!, pues seguramente ella no cesaba de sorprenderse continuamente por la forma en que Dios estaba obrando en su vida. 

El contraste de su reacción se debe a que añadió una actitud de meditación al asombro que había vivido. Es decir, María entendía que detrás de estas increíbles manifestaciones del Altísimo, había una realidad espiritual que debía ser entendida. 

Esta comprensión le sería concedida a aquellos que estaban dispuestos a detenerse en lo vivido para dedicarle un análisis cuidadoso y atento en los lugares secretos del corazón.
Esta es una actitud de madurez digna de imitación. Más allá de nuestro entusiasmo momentáneo, Dios nos llama a meditar en los acontecimientos y las experiencias que nos tocan vivir. Es por medio de la meditación que la dimensión completa de lo vivido, en toda su riqueza y profundidad, nos será revelada.

sábado, 23 de julio de 2011

Tus Pecado Pueden Afectar A Todos Los de Tu Casa



Josué 7. 1 Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel. 






Esta es una historia que golpea fuerte, porque viene inmediatamente después de la extraordinaria victoria que Jehová le concedió a los israelitas sobre Jericó. 


La manera particular en que se dio la toma de la ciudad dejó un poderoso testimonio acerca del futuro que esperaba al pueblo si caminaba de la mano del Señor. 


En el siguiente capítulo, sin embargo, vemos a Israel derrotado y humillado por un adversario insignificante. 


El pasaje de hoy, tomado del capítulo que relata la totalidad del lamentable episodio, nos ofrece la explicación por esta derrota: 


había pecado en el pueblo y esto cortó en forma dramática el obrar de Dios.


Lo increíble de esta situación es que era solamente un hombre el que había pecado. Acán, de la tribu de Benjamín, vio entre los despojos de Jericó un manto babilónico muy bueno, doscientos siclos de plata y un lingote de oro de cincuenta siclos de peso, lo cual codició y tomó (Jos 7.21). 


Dios, sin embargo, había dado instrucciones específicas: «La ciudad será como anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella… Pero vosotros guardaos del anatema; no toquéis ni toméis cosa alguna del anatema, no sea que hagáis caer la maldición sobre el campamento de Israel, y le traigáis desgracia» (Jos 6.17, 18).


No deja de llamar la atención que todo el pueblo sufriera las consecuencias por la falta de un sólo hombre. Nuestro asombro revela cuán convencidos estamos de que el pecado es un asunto muy personal, algo entre nosotros y Dios. Esta historia nos presenta la más dramática y contundente evidencia de que no existe tal cosa como el «pecado privado». Todo pecado es una ofensa contra Dios y su pueblo y tiene consecuencias que van mucho más allá de nuestra propia vida.


Ser parte del pueblo de Dios implica la existencia de vínculos espirituales que no dependen de nosotros. 


No existimos en forma aislada, tengamos o no una relación fluída con los demás. 


Cuando alguno de nosotros peca, no pecamos solamente contra Dios, sino que también dañamos la relación con nuestros hermanos, pues se interrumpe el accionar de Dios en nuestro medio, no solamente en mi vida. El pecado secreto es un asunto serio, porque afecta la vida de todas las personas que están relacionados con esa persona, de la misma manera que el alcohólico trae miseria a todos los que conviven con él o ella. Aunque no veamos las consecuencias, los resultados de nuestras acciones no pueden ser detectados

martes, 19 de julio de 2011

Jesus Predicaba Con Su Vida Y Tu Como Lo Haces?


Mateo 28.20y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. 


Hemos estado meditando en las instrucciones de Jesús a los once, de hacer discípulos de todas las naciones. Habiendo analizado la magnitud y amplitud de este encargo estamos ahora reflexionando en los pasos a seguir para su cumplimiento. 

El primero requiere que aquellos que se acercan a Cristo, se identifiquen con su muerte a través de la experiencia del bautismo. 

El segundo paso es el que contempla la reflexión de hoy: enseñar al discípulo.
Para nuestra mentalidad moderna hablar de enseñanza es pensar, casi automáticamente, en aulas, libros y cursos. Enseñanza es sinónimo de «clases». Debemos hacer a un lado este concepto si es que queremos entender lo que Jesús tenía en mente cuando hablaba de enseñanza. 

Aunque ninguno de los discípulos había tomado cursos sobre pedagogía o técnicas de enseñanza, la metodología a seguir la habían visto claramente demostrada en la vida y ministerio del Maestro.

La enseñanza en el ministerio de Cristo vino a través de varios caminos. La más formal fue la de sus predicaciones. Un ejemplo de esto es el Sermón del Monte. Es una de las formas en que enseñamos y el énfasis del método está en la transmisión de la verdad por medio de proclamaciones públicas. 

Una técnica menos formal que frecuentemente usó el Mesías, fue la del diálogo. En infinidad de situaciones surgidas de la realidad cotidiana, los discípulos le traían sus inquietudes y preguntas. Jesús entraba en diálogo con ellos y los guiaba hacia la verdad. Otra forma de enseñanza estaba relacionada con su propia experiencia como discípulos. Cristo les enviaba a hacer diferentes tareas ministeriales. Luego se tomaban el tiempo para hablar de las mismas y evaluar lo vivido. En la reflexión surgían valiosas lecciones acerca de los principios que guían un ministerio eficaz.

El método que más frecuentemente usó, sin embargo, fue el de enseñar por medio del ejemplo de su propia vida. Los discípulos, por ejemplo, le habían observado y escuchado orando. Veían algo en la calidad de su comunión con el Padre que no estaba presente en sus propias vidas; y se le acercaron y le pidieron que les enseñara a orar (Lc 11.1). 

En otra ocasión, sin decir nada, les lavó los pies, dejando así la más clara lección sobre el servicio que jamás hayan recibido.

En todo esto vemos que el trabajo de enseñar pasa por muchos carriles diferentes. El maestro eficaz no puede limitar su actividad a un aula y una clase que dura cuarenta y cinco minutos. 

La enseñanza es algo más amplio y profundo que esto. En este sentido, todo cristiano puede ejercer el ministerio de la enseñanza sin necesariamente poseer la habilidad para hacer una presentación formal de la verdad. Por esta razón, el llamado de enseñar a los que son discípulos, es un llamado para todo el pueblo de Dios.


domingo, 17 de julio de 2011

El Pueblo Que Conoce A Jehova No Temera A Hombre Alguno


Daniel 11:32 el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.” 



Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre.” Quienes se alistan bajo su estandarte tendrán un comandante que los entrenará para el conflicto, y les infundirá tanto vigor como valor. Los tiempos de los que escribió Daniel eran de los peores, y entonces fue prometido que el pueblo de Dios saldría con sus mejores colores: que serían fuertes e intrépidos para confrontar al poderoso adversario.
Oh, que pudiéramos conocer a nuestro Dios; Su poder, Su fidelidad, Su amor inmutable, y así pudiéramos estar preparados para arriesgarlo todo por Su causa. Él es alguien cuyo carácter genera nuestro entusiasmo, y nos hace dispuestos a vivir y morir por Él. Oh, que pudiéramos conocer a nuestro Dios gracias a una familiar comunión con Él; pues entonces nos volveríamos semejantes a Él, y estaríamos preparados a defender la verdad y la justicia. Quien sale refrescado después de haber contemplado el rostro de Dios nunca tendrá miedo del rostro del hombre. Si moramos con Él, absorberemos el espíritu heroico, y, para nosotros, un mundo de enemigos no será sino una gota en una cubeta. Un incontable escuadrón de hombres, o incluso de demonios, nos parecerá tan pequeño como lo son las naciones ante Dios, y Él sólo las considera como langostas. Oh, ser valiente por la verdad en este día de falsedad.

jueves, 14 de julio de 2011

Deposita Tu Carga Sobre Jehova y El Te Sostendra !!!




Salmo 55:22 Echa sobre Jehová tu carga y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.” 




Mateo 11.28 (RVR60)
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 




Como es una carga pesada, échala sobre la Omnipotencia. Ahora es tu carga, y te aplasta; pero cuando el Señor la tome, se convertirá en nada. Si todavía eres llamado a sostenerla, “él te sustentará.” Estará sobre ti, y no estará sobre ti. Serás sostenido de tal manera que la carga será una bendición. Pídele al Señor que intervenga y estarás muy erguido bajo ese peso que en sí mismo te doblegaría.
Nuestro principal temor es que nuestra prueba nos desvíe del sendero del deber; pero el Señor no tolerará eso nunca. Si somos justos delante de Él, Él no permitirá que nuestra aflicción nos mueva de nuestra posición. En Jesús, Él nos acepta como justos, y en Jesús, nos mantendrá así.
Y, ¿qué pasa con el momento presente? ¿Estás enfrentando solo la prueba de este día? ¿Tus pobres hombros han de ser lesionados por la carga opresiva? No seas tan insensato. Cuéntale al Señor todo acerca de tu dolor, y abandónalo todo en Él. No arrojes tu carga al suelo, para volver a cargarla; échala sobre el Señor, y déjala allí. Entonces caminarás en libertad como un creyente gozoso que ha sido librado de la carga, y cantarás las alabanzas de tu grandioso Cargador.

martes, 12 de julio de 2011

Dios Te Librara Siempre, Si Te Esfuerzas En Ser Piadoso




2 Pedro 2:9.Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio.” 


Los piadosos son tentados y probados. La fe que nunca es puesta a prueba, no es verdadera fe. Pero los piadosos son liberados de sus pruebas, y eso no por el azar, ni por agencias secundarias, sino por el propio Señor. Él asume personalmente el oficio de liberar a quienes confían en Él. Dios ama a los piadosos que le siguen, y Él tiene el propósito de saber dónde están, y cómo les va.
Algunas veces su camino parece ser un laberinto, y no pueden imaginar cómo habrán de escapar del peligro que los amenaza. Él sabe a quién liberar, y cuándo liberarlo, y cómo liberarlo. Él libera de la manera que es más provechosa para los piadosos, más aplastante para el tentador, y más glorificante para Él mismo. Podemos dejar el “cómo” al Señor, y contentarnos con regocijarnos en el hecho de que Él, de un modo o de otro, hará que Su propio pueblo supere todos los peligros, pruebas y tentaciones de esta vida mortal, para gloria de Su propia diestra.
En este día no me corresponde a mí fisgonear en los secretos de mi Señor, sino esperar Su tiempo pacientemente, sabiendo esto, que aunque no sé nada, mi Padre celestial sí lo sabe.

sábado, 9 de julio de 2011

Recuerda que no eres eterno, y que tu tiempo también llegara, ¿como Vives tu vida?



Romanos 13.11-12(RVR60)
11 Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 
12 La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 





El hermano Guillermo pasó por la cabaña del hermano Federico para caminar con él al culto. Corrían rumores de que había lobos salvajes en el bosque, así que el hermano Guillermo no quería caminar solo.
Cuando salió el hermano Federico de su cabaña llevaba un rifle cargado. El hermano Guillermo estaba escandalizado porque su iglesia no creía en portar armas por ningún motivo. Al entrar al bosque, dijo:
—Hermano Federico, veo que lleva su rifle.
—Así es, hermano —dijo Federico.
—Me parece que su rifle está cargado, hermano Federico.
—Sí, mi rifle está cargado, hermano Guillermo.
Guillermo detuvo a su compañero y lo miró de frente.
—Hermano Federico —dijo con firmeza— ¿no sabe usted que cuando se le acabe el tiempo, el Señor se lo llevará sea o no que tenga usted en sus manos un rifle para defenderse?
—Sí, lo sé, hermano.
—¿Entonces porque lleva hoy su rifle? —insistió el hermano Guillermo.
El hermano Federico sonrió:
—Por si acaso me encuentro con un lobo al que hoy se le acabó el tiempo.
Un día, tu paseo por el planeta Tierra llegará a su fin. Puedes ponerte el cinto de seguridad en el auto, evitar practicar el vuelo ala delta, el paracaidismo y el esquí. Puedes hacer millones de cosas para prolongar tu vida, pero no puedes evitar que llegue a su fin.
Te guste o no, las horas, los días, meses y años siguen pasando para cada uno de nosotros. Como no podemos espiar el calendario gigante de Dios en el cielo, no sabemos cuándo se nos acabará el tiempo. Puede ser dentro de 80 años, o dentro de 80 días o dentro de 80 minutos. Dios nos da a la mayoría muchos años, pero de lo único que podemos estar seguros es lo que dijo Pablo: “se acaba el tiempo”. No hay tiempo que perder.
Ahora es el momento de empezar a vivir del modo que Dios quiere que vivamos frente a nuestros amigos. Ellos necesitan ver al Cristo vivo en nosotros. ¿Por qué? Porque para ellos también va pasando el tiempo. El Hijo inmaculado de Dios se hizo humano para vivir entre nosotros. Es tiempo de dejarlo vivir a través de nosotros para poder mostrar a otros cómo es él ¡durante todo el tiempo que nos queda!

martes, 5 de julio de 2011

Si Dios Es Contigo Quien Contra Ti ""No Temas""


Jeremías 39:17.Pero en aquel día yo te libraré, dice Jehová, y no serás entregado en manos de aquellos a quienes tú temes.” 


Cuando los fieles del Señor están sufriendo por Él, recibirán dulces mensajes de amor de Él mismo, y algunas veces recibirán buenas nuevas para sus simpatizantes y sus ayudadores. Ebed-melec no era sino un etíope menospreciado, pero fue benévolo con Jeremías, y por eso el Señor le envió esta especial promesa por boca de Su profeta. Hemos de tener presentes siempre a los siervos perseguidos de Dios, y Él nos galardonará.
Ebed-melec iba a ser liberado de aquellos hombres cuya venganza temía. No era sino un pobre hombre de piel negra, pero Jehová habría de cuidarlo. Miles fueron asesinados por los caldeos, pero este pobre negro humilde no podía ser dañado. También nosotros podríamos estar temerosos de algunos grandes que tienen amargura en contra nuestra; pero si hemos sido fieles a la causa del Señor en la hora de la persecución, Él será fiel para con nosotros. Después de todo, ¿qué puede hacer el hombre sin el permiso del Señor? Él pone un freno en la boca del furor, y una brida en la cabeza del poder. Temamos al Señor, y no tendremos que temer de nadie más. Ningún vaso de agua fría dado a un despreciado profeta de Dios, quedará sin recompensa; y si defendemos a Jesús, Jesús nos defenderá.

Nunca Pierdas La Pasion Por Jesucristo


Colosenses 2.6 tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él, arraigados y sobreedificados en él y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. 


Piense por un momento en cómo fue su experiencia de conversión. Por una serie de circunstancias arribó a una convicción profunda de que le estaba faltando algo en su vida, y que ese algo era Jesucristo. Quizás estaba cansado de los sinsabores de su propia existencia, o deprimido porque sus esfuerzos no producían los resultados anhelados. Quizás estaba en una situación límite, sin ninguna esperanza de revertir su realidad personal. Fueran cuales fueran las particularidades de su propia experiencia, se dio cuenta de que solamente Dios podía poner orden en su vida. Se entregó sin reservas ni condiciones, confesando su fragilidad y pidiendo al Altísimo que interviniera en su vida. Lo único que poseía era una profunda convicción de que Jesús le ofrecía lo que usted necesitaba.
Pablo anima a los colosenses a que caminen en el mismo espíritu con que comenzaron su vida espiritual, es decir, con esa misma sencillez y confianza que caracterizó su conversión. Esta exhortación no es en vano, pues la tendencia de cada uno de nosotros es a abandonar la sencillez del primer amor para enredarnos en las complejidades de una experiencia religiosa, con sus largas listas de exigencias y demandas. La vida en Cristo, sin embargo, es una relación, y debe ser conducida con la misma pasión y confianza absoluta que caracterizó nuestros primeros tiempos en el evangelio.
Para dejar esto en claro el apóstol habla de cuatro aspectos que considera indispensables en el andar cotidiano con Cristo. En primer lugar, hace alusión a las raíces de una planta, que la nutren y fortalecen. Así también, el hijo de Dios debe estar firmemente arraigado a la persona de Cristo, procurando de su persona los nutrientes que precisa. Luego, el apóstol hace referencia a un edificio, animando a que todo lo que se construye también sea en Cristo. Es decir, todos los proyectos y emprendimientos del discípulo deben estar permeados e impregnados de la persona de Jesús. Un tercer elemento tiene que ver con la confirmación de la fe. En esto debemos otorgarle al Señor la oportunidad de demostrar que todas las acciones tomadas por fe tienen su fruto y su recompensa en él. Por último, Pablo anima a que la experiencia de andar en Cristo esté sazonada en todo momento con expresiones continuas de gratitud por todas la bondades recibidas.

viernes, 1 de julio de 2011

Dios No Es Hombre, El No Miente!!!!!!!!


Ezequiel 16:60.Antes yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu juventud, y estableceré contigo un pacto sempiterno.” 


2 Timoteo 2.13 (RVR60)
13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo



A pesar de nuestros pecados, el Señor es todavía fiel en Su amor hacia nosotros.
Él tiene memoria. Vean cómo recuerda aquellos nuestros tempranos días cuando concertó un pacto con nosotros y nos hizo Suyos. ¡Felices días aquellos! El Señor no nos echa en cara esos días ni nos acusa de ser insinceros. No, Él más bien mira Su pacto con nosotros, y no nuestro pacto con Él. No hubo hipocresía de parte Suya en ese sagrado pacto, en lo absoluto. ¡Cuán misericordioso es el Señor de tener memoria en amor!
Él mira también hacia delante. Él tiene la determinación de que el pacto no falle. Si nosotros no permanecemos firmes en el pacto, Él sí. Él declara solemnemente: “Estableceré contigo un pacto sempiterno.” No tiene en mente retirar Sus promesas. Bendito sea Su nombre ya que ve el sello sagrado: “la sangre del pacto eterno”, y recuerda a nuestra Fianza, en quien ratificó ese pacto, es decir, Su propio amado Hijo; y, por tanto, permanece en Sus compromisos del pacto. “Él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo”.
¡Oh Señor, pon esta preciosa palabra en mi corazón, y ayúdame para que me alimente de ella durante todo este día!