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miércoles, 14 de septiembre de 2011

Predica La Palabra


2 Timoteo 4.1–5 (RVR60) — 1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.



Sin lugar a dudas el corazón del apóstol Pablos estaba muy preocupado, ya que las falsas doctrinas habían penetrado las iglesias, le dice a su joven discípulo predica la palabra, que importante es que nosotros los que tenemos la responsabilidad de predicar la palabra lo hagamos con un corazón sincero, aislado de todo interés, que no tenga nada que ver con la voluntad de Dios ni su palabra.

Sin lugar a dudas esa es la misma preocupación que nosotros los que somos responsables ante Dios de compartir su palabra, lo hagamos sin mesclar filosofías mundanas.

Uno de los peligros existentes del siglo 21 es precisamente mezclar filosofías mundanas con la verdadera palabra de nuestro señor y salvador Jesucristo que importante es que clámennos para que la palabra de Dios sea predicada sin que nuestro intento sea agradar a  los hombres, si no aquel que nos ha otorgado el privilegio de hablar su palabra.

Pablo anuncio de ante mano que venían tiempos, cuando no se soportaría la sana doctrina y que la gente teniendo comezón de oír, no se fijaran en el carácter ni testimonio del predicador , si no en como habla.

Recordemos que los maestros se están multiplicando, y que cada día habrá mas y mas maestros que ensenaran conforme sus deseos desordenados, y su objetivo será apartar de la verdad el oído de los verdaderos creyentes.

Tengamos mucho cuidado de lo que escuchamos.

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